Autonauta, como te lo comentamos en el blog anterior, el chasis es un elemento fundamental que otorga la fuerza y estabilidad al vehículo en diferentes condiciones, su descuido puede afectar la dirección, manejo, frenado y el desgaste de los neumáticos.

Además, una de las partes más expuestas a la corrosión es el chasis o la parte inferior de un automóvil. Muchas veces consideramos que con limpiar la carrocería y un mantenimiento regular, es suficiente. Sin embargo, encontrarás mucha tierra, grasa y otros contaminantes que causan el óxido debajo de tu carro.

Es muy común que las condiciones climatológicas influyen en el deterioro de esta estructura, así como los elementos a los que expones tu coche en el camino, logrando que una gran cantidad de lodo se adhiera en la superficie.

Antes de explicarte sobre el cuidado y mantenimiento, recordemos cuál es la función que cumple el chasis en tu coche. Y por qué es importante mantenerlo en un buen estado.

¿Qué es un chasis del auto?

El chasis se trata de una estructura interna encargada de sostener y aportar rigidez a las piezas que contiene tu coche. Asimismo, es el encargado de conectar las cuatro ruedas y el sistema de dirección. Recibe todas las cargas, esfuerzos del auto, carga la masa total del vehículo y ubica todos los componentes en una posición ventajosa.

¿Cuál es la función de un chasis en el auto?

Su principal función es brindar un soporte a la carrocería y sus componentes. Por lo general esta estructura está hecha de un metal fuerte, formando un marco tubular. También tienen una parte inferior, que consiste en una bandeja de piso donde va el motor.

Además, se encarga de sujetar los sistemas de freno y dirección. Es por eso que cuanto más rígido y resistente sea el chasis, más seguros estarán sus pasajeros, ya que menos posibilidades habrá de que el vehículo sufra deformaciones en caso de accidente.

Tipos de chasis

Hoy en día existen distintos tipos de autos, por lo que es lógico que exista más de un tipo de chasis. 

Independientes sobre bastidores

Son los menos comunes en el mercado. Usualmente se usaban en los primeros automóviles. Sin embargo, existen algunos modelos que siguen usando este tipo de chasis. En concreto, se trata de una estructura que se compone de travesaños y largueros.

Disponen de un canal C, el cual es fuerte pero ofrece cierto grado de flexión, de una caja cerrada que aporta una dosis extra de resistencia y un canal en U que se emplea en los paneles internos de los pasarruedas.

Monocasco

A comparación de los anteriores, son los más habituales. Se construyen a partir de una sola pieza e integran el habitáculo de los pasajeros. Asimismo, brindan un mayor soporte al motor.

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Ahora que ya tenemos claros los puntos fundamentales de las características de un chasis, es momento de aprender sobre las principales acciones preventivas que puedes emplear para el mantenimiento de esta estructura.

Consejos para un buen mantenimiento del chasis

Al estar debajo de un vehículo, en muchos casos el chasis es una de las partes más olvidadas o creemos que no necesita un cuidado específico. En realidad es todo lo contrario y necesitas llevar a cabo algunas acciones para que aseguren su correcto funcionamiento.

Evita el uso del agua en su limpieza

A la hora de limpiar lo que normalmente usamos es agua. Sin embargo, en un chasis puede crear condiciones de humedad que facilitarán la creación de óxido y una eventual corrosión. 

Si aparece óxido en el chasis puede reducir su integridad y con ello la seguridad, además de afectar los sistemas de freno, tanques de gasolina u otros componentes y sistemas.

Puedes utilizar este recurso siempre y cuando el chasis presente una acumulación de barro, no obstante el uso del agua debe ser mínimo y adecuado.

Mide la altura del chasis

Esta acción es recomendable cada vez que lleves tu auto a tu mecánico, ya que necesitarás una herramienta especial. Es importante que prestes atención a este detalle, ya que si existen diferencias en la altura del chasis, significa que hay fallas en la suspensión o neumático por pinchaduras, así como deformaciones en la estructura.

Engrasa el chasis de tu auto

Una de las principales acciones en la limpieza de esta estructura es el de engrasar sus piezas. Esto contribuye a desarrollar tareas muy importantes como reducir la fricción que existe entre las piezas mecánicas y la de proteger las partes contra el óxido.

Entre las partes que deben ser engrasadas de forma constante se encuentran los baleros y ejes. Asimismo, las rótulas y el volante del motor también requieren de este mantenimiento.

Es importante que al momento de engrasar las piezas se utilice la cantidad y tipo apropiados de grasas, ya que un exceso en la misma puede ocasionar que esta se escurra y ensucie todo el chasis. Una grasa poco viscosa durará poco, mientras que una demasiado viscosa ensuciará y dificultará el movimiento de piezas.

Algo que es importante resaltar es que no solo basta con el cuidado del chasis, sino que hay otros puntos principales que al tener contacto con la estructura, también deben encontrarse en buenas condiciones. Como lo son los rodamientos del eje, el sistema de frenos y los bujes.

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