Síntomas de amortiguadores dañados

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El sistema de suspensión es uno de los elementos más importantes de cualquier vehículo. Dentro de este sistema se encuentran los amortiguadores, elementos fundamentales para la seguridad activa. 

Sin amortiguadores, sería prácticamente imposible que un auto pueda moverse, ya que los amortiguadores son capaces de convertir energía cinética en térmica. Sin embargo, son pocas las veces que le prestamos atención a estos componentes. 

Por ello, en este artículo conoceremos los principales síntomas de unos amortiguadores dañados. De percibir alguno, deberás reemplazarlos de inmediato, ya que unos amortiguadores delanteros o posteriores gastados pueden repercutir en la seguridad de conducción. Hablando de seguridad, quizá pueda interesarte cómo elegir la alarma ideal para tu auto

¡Ahora sí! Volvemos a nuestro tema principal. 

¿Para qué sirven los amortiguadores de un auto?

Los amortiguadores de un auto, principalmente, tienen como objetivo controlar las oscilaciones de la suspensión con el fin de mejorar la conducción en distintos aspectos. De esta manera, se podría decir que las funciones principales de los amortiguadores son: 

  • Soportar la carga del vehículo
  • Absorber las irregularidades del camino
  • Ofrecer mayor adherencia
  • Reducir la distancia de frenado 
  • Mejorar la estabilidad al afrontar las curvas
  • Reducir el desgaste de los neumáticos 
  • Ofrecer la altura óptima del vehículo

En función al tipo de vehículo y sus exigencias, los amortiguadores van variando su configuración con el fin de otorgar ya sea mayor estabilidad o aumentar el confort de marcha. 

La ecuación es sencilla: si un amortiguador es demasiado rígido, se gana en estabilidad pero se pierde en confort. En cambio, si la configuración de los amortiguadores es blanda, habrá más confort, pero se reducirá la estabilidad. Por ello, no es conveniente que los amortiguadores sean extremadamente blandos. 

De todas formas, para que los amortiguadores se adapten a la perfección al sistema de suspensión de un vehículo, existen tipos. Antes de conocer los síntomas de una suspensión dañada, es importante conocer los principales tipos de amortiguadores.

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Tipos de amortiguadores

Si bien en la actualidad existe una amplia variedad de amortiguadores, el tipo más usado en los autos son los hidráulicos, los cuales están conformados por un cilindro que lleva un pistón con aceite. 

Sin embargo, dentro de los amortiguadores hidráulicos existen algunos subtipos que explicaremos a continuación.

  • Amortiguadores hidráulicos: como mencionamos arriba, son los más comunes. Destacan por trabajar de manera óptima a elevados niveles de presión. 
  • Hidráulicos son válvulas: a diferencia del caso anterior, el aceite circula por unas válvulas, factor que convierte a estos amortiguadores más suaves y eficientes. 

  • Hidráulicos de doble tubo: estos amortiguadores son bastante comunes entre los fabricantes de automóviles. Existen los presurizados (tienen en su interior aceite más gas) y los no presurizados (interior solo con aceite). Con los presurizados se obtiene un mejor rendimiento y confort de marcha.
  • Hidráulicos monotubo: este tipo de amortiguadores son los más sofisticados y solemos encontrarlos en vehículos de alta gama. Están formados por dos cámaras: una lleva aceite y la otra nitrógeno. Un pistón separa estas cámaras. 

Ahora que ya tenemos una noción más clara sobre los amortiguadores y la importancia que tienen en cualquier vehículo, es momento de conocer los principales síntomas de unos amortiguadores dañados. 

¿Cuándo cambiar los amortiguadores? 

Puede que identificar los síntomas de unos amortiguadores delanteros o posteriores dañados suene complicado, pero, aunque no lo creas, es más sencillo de lo que parece. 

Como te adelantamos al inicio del artículo, los amortiguadores son los componentes principales del sistema de suspensión, de manera que si están gastados podremos notarlo fácilmente. ¿Cómo así? ¡Te lo contamos! 

Rebote excesivo

A pesar que unos amortiguadores tengan una configuración blanda, el simple hecho que haya un rebote excesivo del auto ya representa un claro síntoma de desgaste. Este rebote es más notorio cuando pasamos por algún bache o rompemuelles. 

No obstante, una de las maneras más efectivas de comprobar qué tanto rebota nuestro auto es apoyarnos sobre la carrocería y empujarla hacia abajo, para luego soltarla rápidamente. 

Si los amortiguadores están en buen estado, el auto recuperará su posición rápidamente. Si notas que empieza a rebotar, los amortiguadores están dañados. 

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Respuesta extraña 

Si los amortiguadores están dañados, notarás ciertos cambios en la conducción. Por ejemplo, cuando realizas frenadas fuertes y el chasis tiende a desplazarse horizontalmente, es momento de reemplazar los amortiguadores.

Asimismo, esta extraña respuesta también la podrás sentir cuando afrontes una curva, ya que el auto se inclinará hacia el exterior, lo cual producirá subviraje. 

Desgaste irregular de las llantas

La banda de rodadura de los neumáticos tiende a gastarse de manera homogénea. Sin embargo, cuando los amortiguadores están dañados, este desgaste es irregular. 

Pero ojo con este síntoma, ya que, en el mejor de los casos, podría significar que el auto solo necesite alineación. También es posible que haya problemas con los brazos de la suspensión. 

Otro de los síntomas que indican desgaste en los amortiguadores es el desnivel del chasis, así como ruidos extraños al pasar por baches o curvas. 

Lo cierto es que si identificas alguno de estos síntomas, es más que claro que los amortiguadores de tu auto están gastados y deberás reemplazarlos de inmediato ya que puede repercutir en la seguridad.

Se recomienda revisar el estado de los amortiguadores cada 20.000 kilómetros aproximadamente y reemplazarlos cada cinco años o 60.000 kilómetros. 

Si necesitas reemplazar los amortiguadores de tu auto, te invitamos a revisar la amplia variedad que tenemos disponible en nuestro catálogo.