¡Hola, Autonauta! En esta ocasión, nos sumergimos en la ruta del radiador. Aprenderás sobre sus funciones y a cómo sustituirlo.
Como te lo explicamos en una ocasión anterior el radiador del motor es un elemento de tu vehículo que tiene como objetivo principal mantener la temperatura adecuada en el motor en marcha. De esta manera, evitará que el motor alcance altas temperaturas y logrará que el vehículo pueda funcionar de una forma óptima.
Es importante resaltar que el radiador cuenta con un tiempo de vigencia determinado. Nosotros te ayudaremos a que sepas identificar cuándo es momento de hacer un cambio de radiador. Presta atención a los siguientes puntos:
¿Cuándo debo cambiar el radiador de mi auto?
Fuga del líquido refrigerante
Los refrigerantes fluyen constantemente entre el motor y el radiador, con la ayuda de la bomba de agua. Si el radiador se encuentra obstruido, provocará que el refrigerante tome otra ruta, causando grietas en el radiador.
Cuando esta falla ocurra, notarás que pequeñas gotas del líquido refrigerante salen de tu vehículo. Para esta situación, te recomendamos que revises el radiador para determinar si el problema proviene de esta pieza.
Motor sobrecalentado
Un radiador obstruido no permitirá el paso del líquido refrigerante y esto puede traducirse en el sobrecalentamiento del motor. Es común que esta obstrucción se cause por la corrosión debido al óxido, la acumulación de depósitos internos a lo largo del tiempo o porque los residuos se han atascado en el radiador.
Darte cuenta de que el motor de tu carro está sobrecalentado es fácil si revisas el indicador de temperatura. Este se encuentra ubicado en el panel de instrumentos de tu auto. Si notas que el indicador aumenta de forma muy rápida, es señal de que el motor está experimentando un aumento anormal de calor.
Decoloración del líquido refrigerante
En el mercado, encontrarás varios colores de refrigerantes dependiendo del material utilizado por el fabricante. Sin embargo, el más utilizado es de color verde. Con el tiempo, los depósitos internos pueden contaminar el refrigerante. Cuando esto ocurra lo notarás de un color oxidado.
Cuando el refrigerante cambie de color, puede causar un aumento en la viscosidad del fluido, haciendo que sea más difícil que los refrigerantes fluyan alrededor del sistema.
Aletas del radiador dobladas
Los radiadores presentan aletas que dirigen el flujo de aire para enfriar los refrigerantes. Por lo general, estas aletas pueden dañarse al conducir por terrenos irregulares en velocidad alta, vibraciones excesivas e incluso por la alta presión del agua al limpiar.
Si notas que tu auto se calienta más rápido de lo habitual, puede ser una clara señal de que las aletas del radiador están dañadas y que están interrumpiendo el flujo de aire dentro del sistema.
Manguera inferior del radiador fría
Cuando el radiador de tu carro está funcionando bien, es normal que la manguera superior esté caliente al tacto.
Si sucede lo contrario y notas que la manguera está fría, existe una gran posibilidad de que el radiador cuente con alguna obstrucción que impide que la cantidad de flujo completo regrese a la bomba de agua.
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Autonauta, sí reconoces en tu auto alguna de las señales que te mencionamos líneas arriba, es momento de cambiar el radiador de tu auto. Como todo procedimiento mecánico hay ciertas medidas de seguridad que debes de tener en cuenta.
Herramientas que necesitarás
- Un juego de llaves fijas: Esto es para ayudarte a extraer los tornillos que encuentres.
- Unos alicates anchos: Es preferible si son de punta larga para usarlos en las abrazaderas que no tengan tornillo.
- Un gato para elevar el vehículo: Puedes utilizar el que viene por defecto en tu coche.
- Un cubo: El recipiente te servirá para recoger el anticongelante que está dentro del circuito.
- Un embudo: Utilízalo para introducir el líquido.
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Una vez que cuentes con los implementos necesarios estás más que listo para hacer el cambio del radiador de tu auto. Aquí te dejamos una guía fácil para poder hacerlo:
Pasos para cambiar el radiador de tu auto
Retira el plástico que cubren el radiador
Lo primero que debes hacer es localizar los tornillos que sujetan el radiador, así como el plástico que lo recubre.
Te aconsejamos retirar todos los plásticos que puedas para facilitar la tarea.
Ten cuidado con el ventilador
Ya sea que tu auto cuente con un ventilador de tipo viscoso o eléctrico, te recomendamos que desconectes los cables correspondientes y lo coloques en un lugar seguro.
Vacía el depósito
En esta parte es donde puedes utilizar la gata, para elevar un poco la parte frontal de tu auto. Hazlo en la zona lateral, lo más próximo a las ruedas delanteras.
Luego coloca un cubo debajo de la zona de los manguitos para que pueda caer el refrigerante.
Retira el radiador
Luego de que hayas retirado la mayor cantidad de líquido, extrae los tornillos que fijan el radiador. En la mayoría de casos suelen ser cuatro, siempre intenta no forzar los tornillos.
Antes de retirarlo, ten en cuenta que puede haber otros manguitos más pequeños que estén conectados al depósito externo.
Cambia los accesorios y vuelve a colocarlo
Si llegaste a sacar los manguitos con el radiador, es hora de volver a ponerlos en la misma posición. Del mismo modo hazlo con el ventilador e intenta no mezclar los tornillos.
Vuelve a meter el radiador en el mismo hueco del vano del motor y atornilla los tornillos que lo sujetan.Autonauta, finalmente no olvides rellenar el conducto con el anticongelante que mejor se adapte a tu tipo de coche.
Recuerda que podrás encontrar las herramientas para el cambio de radiador en tu web favorita. Además, tenemos productos que facilitarán el mantenimiento de tu auto. ¡Nos vemos en una próxima ruta!
